¿Te duelen los dientes cuando comes un helado o bebes un refresco? Tranquilo, no eres el único, pero hay qué ver por qué tienes esa sensibilidad dental y tratarla. Se estima que entre el 40 y el 60 % de la población adulta en España sufre sensibilidad dental en algún momento de su vida, según datos de la Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración (SEPA).
Esta cifra puede variar según la edad, el sexo y otros factores demográficos, pero, en todo caso, la sensibilidad dental es un problema común que afecta a muchas personas. Se produce cuando se experimenta dolor o molestias en los dientes al entrar en contacto con estímulos como alimentos o bebidas frías, calientes, dulces o ácidos.
Aunque es algo bastante común, no por ello deja de ser importante y debe identificarse el origen y tratar el problema. Las principales causas que provocan esas molestias al ingerir alimentos fríos o calientes son:
- La erosión del esmalte dental: cuando el esmalte que recubre y protege los dientes se va desgastando, la dentina (la capa debajo del esmalte) queda más expuesta y menos protegida, por lo que puede generar sensibilidad.
- Retracción de las encías: la periodontitis o gingivitis (inflamación de las encías por formación de placa o sarro) hace que éstas se retraigan, lo cual puede exponer las raíces de los dientes, provocando sensibilidad en los mismos.
- Bruxismo: apretar los dientes o rechinarlos, sobre todo durante la noche, también es un motivo de desgaste del esmalte dental con el tiempo, provocando también sensibilidad en los dientes.
- Mal cepillado: un cepillado de dientes demasiado vigoroso o con un cepillo de cerdas duras puede desgastar el esmalte y contribuir a la sensibilidad de las piezas dentales.
- Caries: las caries pueden exponer la dentina y los nervios sensibles, provocando sensibilidad al frío y al calor, entre otros estímulos.
Síntomas de alarma de sensibilidad dental
Uno mismo puede reconocer si sufre sensibilidad dental y acudir al especialista para tratarla. Como hemos comentado, si consumes alimentos o bebidas frías, calientes dulces o ácidos y te molestan los dientes, hay sensibilidad dental. También se puede detectar si al cepillarse los dientes hay molestias o cuando se mastican alimentos duros. Otro motivo de alarma es si al respirar aire frío se nota dolor en los dientes.