El comienzo del nuevo curso escolar se acerca y con ello la vuelta a los deberes, el estudio y los exámenes. En la actividad escolar y el rendimiento de los niños, puede influir la salud bucodental de los menores. Más concretamente, la falta de ella, ya que los problemas o las enfermedades en cualquier parte de la cavidad oral pueden alterar la concentración de los niños y afectar a su rendimiento en la escuela.
Un estudio realizado por la Escuela de Odontología de la Ostrow, en Polonia, concluyó que una mala salud oral es un factor clave en el bajo rendimiento académico de los niños. Los investigadores vieron que esto estaba también relacionado con las condiciones socioeconómicas de los menores, que son las que generalmente impiden un mejor acceso a los cuidados bucodentales.
Además, los problemas bucodentales pueden llevar a la necesidad de visitas frecuentes al dentista para el diagnóstico, tratamiento y seguimiento de la afección en cuestión. Es posible que alguna de esas consultas al especialista haga que el niño tenga que faltar a clase o, incluso, la necesidad de reposo en casa durante algunos días (en caso de intervenciones quirúrgicas, por ejemplo). Por lo tanto, los niños perderán clase y se reducirá su tiempo de aprendizaje, con posibles consecuencias en su rendimiento académico.
Las caries pueden influir negativamente en la concentración del niño
Uno de los problemas bucodentales más frecuentes en niños y adolescentes, las caries, es el que más influye negativamente en el rendimiento de los jóvenes, según el estudio polaco. Las molestias que generan las caries, sobre todo las no tratadas, afectan a la atención y la concentración de los niños.
Lo mismo ocurro con otro tipo de dolencias o afecciones, como la gingivitis (inflamación y sangrado de las encías), que puede provocar dolor, malestar y la necesidad de visitar periódicamente al dentista. Otro motivo que puede alterar el rendimiento escolar es la erosión dental –generalmente provocada por alimentos ácidos—.
En esta línea, la maloclusión (mala alineación de los dientes y la mandíbula), en forma de apiñamiento dental, dientes torcidos, mordida abierta, cruzada o sobremordida, también puede afectar a los niños en su ámbito escolar. Por ejemplo, generando dificultades en la masticación, el habla y la estética, con posibles consecuencias de nutrición, autoestima, somnolencia, irritabilidad e, incluso, concentración.
Los dientes, la lengua, el paladar y los labios son fundamentales para la pronunciación de las palabras y los sonidos, por lo que, por ejemplo, los dientes mal alineados o su ausencia pueden afectar a la expresión verbal. Todo ello alterará el rendimiento académico
Higiene bucodental, dentro y fuera de la escuela
Por ello, mantener una buena higiene bucodental es clave para que una mala salud oral no entorpezca el rendimiento escolar de los niños. La limpieza correcta y diaria es fundamental tanto realizarla en casa como en el ámbito escolar. Así, los niños que comen en el colegio deberían tener un cepillo y un dentífrico para lavarse los dientes después de la comida.
Además, se aconseja cuidar la alimentación de los niños, evitando el abuso de alimentos con alto contenido en azúcar y ácidos. Siempre que se tomen algunos de estos será necesario un buen cepillado dental. También se han de realizar visitas periódicas al dentista para verificar que todo está correcto y actuar lo antes posible en el caso de cualquier afección.