Ir al dentista suele sonar a una obligación o algo doloroso, pero no es común detenerse a pensar cuándo nació esta especialidad, cómo se crearon los instrumentos que se emplean en la práctica diaria o si el miedo a acudir a la consulta del dentista es una condición reconocida. Aquí te dejamos diez datos curiosos sobre esta rama de la medicina, sus prácticas y la cavidad oral en general.
- La odontología es una de las profesiones más antiguas del mundo
Los primeros registros de tratamientos dentales datan de hace más de 7,000 años en la antigua civilización del Valle del Indo (actual Pakistán). Estudios demuestran que artesanos utilizaban una especie de taladro con cabezas de sílex para quitar el esmalte y el tejido dental podrido. Sin embargo, los primeros “dentistas” pueden considerarse los médicos egipcios del año 3000 a. C., quienes incrustaban piedras preciosas en los dientes para decorar y sujetar piezas. Además, etruscos y fenicios emplearon alambres de oro, marfil y conchas de mar entre los dientes para su sujeción. - El nacimiento de la higiene y la pasta dental
Excavaciones arqueológicas han demostrado que se empleaban palos de mascar, ramas de árboles, plumas de pájaros y huesos de animales como cepillos para la higiene dental. Fue en el siglo I d. C. cuando Galeno de Pérgamo recomendó frotarse los dientes con una piedra abrasiva después de cada comida, a modo de cepillado dental. Se cree que la primera pasta de dientes también tiene origen egipcio: era una mezcla de polvo de sal, pimienta, hojas de menta, flores y cáscara de huevo. - Un dentista ayudó a descubrir la anestesia moderna
En los escritos de antiguas civilizaciones ya se mencionaba el uso de anestesia general para reducir el dolor durante intervenciones médicas. Sin embargo, los avances en esta área se consolidaron a mediados del siglo XIX gracias a la casualidad y la innovación de un dentista. El 16 de octubre de 1846, el dentista estadounidense William T. G. Morton demostró por primera vez el uso de éter como anestesia general durante una cirugía. Este avance revolucionó la medicina y la odontología al hacer los procedimientos menos dolorosos. Por ello, ese día se celebra el Día Mundial de la Anestesia. - El esmalte dental es la sustancia más dura del cuerpo humano
El esmalte dental, la capa exterior visible de los dientes, es más duro que los huesos gracias a su alto contenido de hidroxiapatita, el mineral más resistente del cuerpo humano. A pesar de su dureza, puede dañarse por ácidos de alimentos o bebidas, y por malos hábitos como rechinar los dientes. Además, el esmalte no puede regenerarse, por lo que una vez perdido, es irrecuperable. Este desgaste se conoce como desmineralización. - La saliva ayuda a proteger los dientes
Producimos alrededor de un litro de saliva al día. Este líquido, compuesto por un 99% de agua y un 1% de moléculas orgánicas e inorgánicas, no solo facilita la digestión, sino que también protege los dientes al neutralizar ácidos, regular el pH de la boca y proporcionar minerales que ayudan a reparar el esmalte. Además, tiene propiedades antimicrobianas, elimina bacterias, diluye azúcares y dificulta la aparición de caries. También refuerza el esmalte ante la placa bacteriana y facilita la masticación y deglución. - El miedo al dentista tiene nombre: odontofobia
La odontofobia es el miedo extremo a los procedimientos dentales. Es una condición psicológica reconocida que afecta a muchas personas y puede impedir que reciban atención adecuada. Quienes la padecen suelen temer sufrir daño o dolor en la consulta, a menudo debido a experiencias traumáticas previas. Los dentistas modernos emplean técnicas y tecnología para minimizar la ansiedad, como visitas de control regulares, planificación previa, comunicación abierta o el uso de relajantes. - Los dentistas hacen más que cuidar dientes
Además de tratar caries, realizar limpiezas y manejar otras patologías bucales, los dentistas identifican señales de problemas de salud general como diabetes, osteoporosis o enfermedades cardíacas, que pueden manifestarse en la boca. Por ejemplo, dolores de cabeza o migrañas pueden estar relacionados con bruxismo o maloclusión. La halitosis puede ser indicativa de enfermedades respiratorias o digestivas, y la periodontitis puede vincularse con diabetes, deterioro cognitivo o problemas cardiovasculares. - Los dentistas tienen un papel clave en la estética facial
Más allá de la salud dental, los dentistas especializados en odontología estética mejoran las sonrisas mediante blanqueamientos, carillas, implantes y ortodoncia. Los dientes sanos y bien alineados contribuyen a una sonrisa más armoniosa y atractiva. Además, unas encías saludables son esenciales para mantener la estructura y forma del rostro, lo que refuerza la confianza y autoestima de los pacientes. - El cepillo de dientes eléctrico fue inventado en 1954
Creado en Suiza por el doctor Philippe-Guy Wood, este avance se diseñó inicialmente para pacientes con habilidades motoras limitadas o con aparatos de ortodoncia. El cepillo, llamado Broxodent, demostró ser más eficaz en la limpieza dental y rápidamente ganó popularidad. Dos años después, estudios verificaron los beneficios de su uso. - La ortodoncia: un legado antiguo
La ortodoncia, dedicada a corregir la posición de los dientes y la mandíbula, tiene raíces que se remontan a los etruscos, quienes en el siglo III a. C. usaban bandas de oro para alinear dientes de los muertos. En el siglo XVIII, Pierre Fauchard diseñó el bandeau, un dispositivo en forma de herradura para expandir el arco dental. En el siglo XIX, Christophe-François Delabarre y E.J. Tucker perfeccionaron técnicas con alambres metálicos y bandas de oro, hasta que Edward Angle desarrolló el primer sistema moderno de ortodoncia en 1880.