EL RIESGO DE CONSUMIR DROGAS PARA LA SALUD BUCODENTAL

Siempre se habla del peligro del consumo de alcohol y tabaco para la salud bucodental. Pero se suele alertar menos de los daños que provocan otras sustancias, como las drogas, en la cavidad oral. Según una encuesta de la Asociación Dental Americana dada a conocer a principios de noviembre, más de la mitad de los dentistas estadounidenses alertan de que muchos pacientes llegan drogados a sus consultas. 

Por tanto, veamos qué problemas conlleva tanto el consumo de estupefacientes para la salud bucodental como el hecho de acudir a la consulta bajo los efectos de las drogas. En primer lugar, ir a la consulta del dentista tras haber tomado cualquier tipo de droga puede limitar la atención que se puede prestar y obligar a tener que postponer los procedimientos.

Por ejemplo, estar bajo los efectos de la marihuana u otra droga puede hacer necesario tener que aumentar la cantidad de anestesia para tratar a los pacientes. Algunas drogas, como la marihuana, pueden generar un aumento de la ansiedad, la paranoia y la hiperactividad, lo que podría hacer la visita al odontólogo más estresante para los pacientes que están bajo los efectos de este tipo de estupefacientes. 

Principales riesgos bucodentales del consumo de drogas

Pero los problemas no son sólo a la hora de acudir a la consulta a realizarse algún tratamiento. El consumo de drogas también daña directamente la boca. Estos son algunos trastornos que pueden provocar las drogas en la salud bucodental:

  • Fumar marihuana aumenta el riesgo de sufrir enfermedad periodontal, xerostomía (sequedad de la boca) y cáncer de boca y cuello. El tetrahidrocannabinol (TCH), el principal principio activo de la marihuana, es un estimulante del apetito, por lo que con frecuencia lleva a la elevada ingesta de productos azucarados, elevando el riesgo de caries.
  • Las sustancias ácidas de la cocaína pueden degastar los dientes. Además, su contacto con la lengua puede dificultar el habla y la ingesta de alimentos, y dañar el paladar. También es posible que desencadene úlceras en la boca, daños en el maxilar, bruxismo (apretar los dientes o hacerlos rechinar) y boca seca.
  • Tomar éxtasis conlleva sufrir boca seca y, como consecuencia, un mayor riesgo de sufrir caries. Además, puede desencadenar patologías de las encías y bruxismo.
  • Igual que las drogas anteriores, la heroína es un desencadenante de caries dentales, así como boca seca, bruxismo y enfermedad de las encías. También eleva el riesgo de hongos bucales, infecciones virales y decoloración de la lengua.
  • El consumo de metanfetamina es muy peligroso para la salud de la cavidad oral. Caries y desgaste en las zonas de las encías son los daños principales que provoca. Además, la acidez de esta droga desgasta el esmalte de los dientes hasta llegar a eliminarlo y la ansiedad que genera este estupefaciente provoca que sus consumidores rechinen o aprieten los dientes, agravando su desgaste. Igual que otras drogas, también desencadena boca seca, con el aumento de riesgo de caries que esto conlleva; así como el consumo de productos azucarados. Además, sus consumidores suelen dejar de lado la higiene bucodental, con los daños que eso provoca.
  • Otras posibles consecuencias más graves del consumo continuado de estupefacientes son a nivel orofacial, como la perforación del septum nasal y el paladar, lesiones gingivales y dificultad en la masticación. Trastornos del sentido del olfato, sinusitis crónica, dientes fracturados, úlceras y quemaduras en los labios y la cavidad oral, descamación epitelial, eritema gingival (enrojecimiento e inflamación del borde de las encías cerca de los dientes) y ulceración y destrucción del hueso alveolar son otros graves efectos, muchos irreversibles, de la ingesta de estupefacientes.

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