“Mi bebé le quita calcio y flúor a mis dientes durante mi embarazo”.
“El bebé pone en peligro los dientes de mamá”.
“Cada embarazo le cuesta un diente a la madre”.
Es probable que hayáis escuchado o leído alguna vez estas afirmaciones. Son lo que entendemos por leyendas urbanas o mitos que se divulgan de boca en boca y que en la actualidad cobran fuerza de manera exponencial con las redes sociales.
Muchas de estas creencias, más o menos generalizadas, se han incorporado a nuestro acervo cultural a través de las diferentes generaciones y su origen es desconocido. Son viejas leyendas que hoy podríamos elevar a la categoría de ‘fake news’, como popularmente se denominan a las noticias falsas que se difunden por las redes.
Algunos de estos mitos tienen que ver con el embarazo y los supuestos riesgos o efectos nocivos que provoca el periodo de gestación en la dentadura materna. A través de los siglos, estas creencias han dado lugar a supuestas teorías que pretenden explicar las dolencias o patologías de nuestra boca.
El calcio en el embarazo
Ya hemos hablado en otras ocasiones de los cuidados orales que deben llevar las mujeres en periodo de gestación. En esta ocasión no vamos abundar en esta cuestión, pero sí pretendemos desmontar la falsa creencia que tienen muchas mujeres en que durante su embarazo el bebé absorbe el calcio de sus dientes y que por esta razón son propensas a las caries.
No hace falta más calcio en el embarazo ni en la lactancia y los médicos aconsejan tomar la misma cantidad antes que durante el embarazo. Es cierto que la mujer necesita más calcio para el desarrollo del bebé, pero el cuerpo se adapta y aprovecha más el calcio que obtiene de los alimentos y disminuye la cantidad de calcio que expulsamos por las heces.
Los lácteos son una fuente importante de calcio, pero existen otros alimentos ricos en este mineral y que se encuentran presentes en nuestra dieta mediterránea (frutas, verduras, hortalizas, cereales…)
El esmalte de los dientes está compuesto por cristales de una sustancia, denominada hidroxiapatita. Se trata de un material biológico innato, que no responden a los cambios bioquímicos del embarazo.
Cambios que se producen durante la gestación
El embarazo provoca un cambio en la composición de la saliva, que se vuelve más ácida y aumentan los estrógenos y progestágenos (hormonas que protegen el embarazo). Estos cambios en la saliva favorecen la aparición y el incremento de algunas bacterias relacionadas con las caries y la gingivitis.
El aumento de la progesterona, además, genera un mayor flujo sanguíneo en los tejidos de las encías, lo cual puede provocar que estén más sensibles, hinchadas y sangren con mayor facilidad. En ocasiones se forma un bulto que se conoce como “tumor del embarazo” o “hiperplasia” en la encía y se debe acudir al dentista para su seguimiento.
Como prevenir la gingivitis
La gingivitis puede aparecer en cualquier momento del embarazo, pero es más habitual en el segundo trimestre y tiende a resolverse después del parto. También cuando la placa dental se acumula en los dientes, afecta a las encías provocando que se enrojezcan, se inflamen y sangren con facilidad. Para combatirlo lo mejor es poner especial cuidado en la higiene bucal, cepillarse los dientes 3 veces al día como mínimo y usar seda dental. Como ya hemos comentado, se debe cuidar la alimentación y no aumentar las cantidades de azúcar que se ingieren para evitar la acumulación de placa.
De esta manera, si estás pensando en quedarte embarazada te recomendamos que acudas a tu dentista para hacerte una limpieza bucal y prevenir así posibles complicaciones. Tu higienista te dará consejos de higiene oral para que puedas controlar la placa bacteriana. En todo caso, recuerda que el embarazo por si solo no provoca ni caries ni gingivitis, sino la placa bacteriana. Por tanto, cuida tu higiene dental.
Acudir a tu dentista para hacer revisiones no perjudica al desarrollo del bebé ni supone un riesgo para la madre. Es necesario tratar la caries a tiempo ya que puede ocasionarle dolor e incluso la pérdida del diente.
Muchísimas gracias por su comentario. Seguiremos trabajando para que así sea siempre.
Después de mis embarazos muy recurrentes he notado que mis dientes han perdido color y grosor es decir están muy finos y tengo sensibilidad al comer algunos alimentos, incluso tengo uno de mis dientes delanteros con una raya en la parte de adentro como una grieta.