Las fiestas navideñas son tiempos de dulces, picoteos entre horas, comer en exceso, reuniones familiares, estancias fuera del hogar o viajes sin los utensilios de limpieza dental… En definitiva, es una época en la que es más difícil llevar horarios normales y prácticas habituales, en general y en lo que a la higiene bucodental se refiere. Y este año, además, se suma de nuevo la pandemia del Covid, cuya variante Ómicron ha agravado la situación. Así que el mensaje principal desde nuestra clínica es: “Por favor, cuidaos mucho”.
Relajar las medidas de cuidado bucodental, aunque sea temporalmente durante las vacaciones, puede llevar a desarrollar enfermedad de las encías o a un agravamiento de esta u otra patología. También pueden aparecer daños en los dientes, como caries o roturas de piezas, por ejemplo.
Vigilar lo que comemos, la cantidad y el momento de la ingesta
En cuanto al cuidado de los dientes, aconsejamos tener precaución con lo que ingerimos durante las celebraciones, la cantidad de comida que tomamos y cómo lo hacemos. En concreto, hay que prestar atención a:
- Los dulces: durante las navidades se suele comer más dulces que en cualquier otro momento del año; como turrones, dulces y postres navideños. Todos ellos tienen grandes cantidades de azúcar y son, por lo tanto, más peligrosos para los dientes porque pueden provocar caries. Si los vamos a comer, lo mejor es hacerlo en las comidas porque se libera más saliva, la cual ayuda a combatir los ácidos que dañan los dientes, y no entre horas. En todo caso, también es aconsejable evitar los dulces pegajosos que se adhieren a los dientes o aquellos de disolución lenta, pues permanecen más tiempo en la boca.
- Los alimentos duros: ten mucho cuidado al tomar alimentos duros, como el marisco o el turrón duro. En especial, deben extremar las precauciones con estos alimentos aquellas personas que tengan carillas o restauraciones dentales, así como quienes llevan implantes o algún tipo de ortodoncia fija.
- El alcohol y las bebidas energéticas: el vino –sobre todo tinto–, la cerveza, las bebidas energéticas, los refrescos de cola o los zumos de frutas son bebidas ácidas y, por lo tanto, dañinas para los dientes. Intenta evitarlas en la medida de lo posible. Su ingesta empeora si se combinan, se tomas frías y son azucaradas.
- Comer entre horas: hay que evitar el constante picoteo sólo por el hecho de tener exceso de comida en casa, o por realizar más salidas con amigos y familiares en las que se toman bebidas o comidas entre horas. La ingesta de bebidas y alimentos debe centrarse en las horas de las comidas y las cenas, cuando es mayor la producción de saliva y tras las cuales es más común la rutina de cepillarse los dientes.
Continuar con la higiene bucodental
Además de poner atención a las comidas, hay que extremar o, por lo menos, garantizar una correcta higiene bucodental. Es decir, hay que cepillar los dientes tras las comidas y cenas. Si no es posible, al menos antes de acostarte. Y, sobre todo, evitar excusas para no hacerlo o poner soluciones a posibles impedimentos: llevar cepillos de viaje, seda dental, cepillos interdentales…
Aunque prevenir es mejor que curar, si tienes caries pendientes de obturar, una muela del juicio molestándote o sangrado de encías sin revisar por el dentista, es buen momento de visitar al odontólogo antes de que comiencen las fiestas y estos problemas puedan empeorar. Y, ya que son tiempos de regalos, ¿por qué no regalar salud? Productos de higiene bucodental o un servicio odontológico son posibles opciones.
Finalmente, no podemos dejar de mandar un mensaje de precaución ante la creciente incidencia de los casos de Covid por la variante Ómicron, más contagiosa que las anteriores. Ya sabéis: mascarilla, ventilación, lavado de manos y distancia social o aislamiento en caso de sospecha. Y, sobre todo, precaución y sentido común.
¡Felices y saludables fiestas a todos y que tengáis un gran comienzo de año!