El envejecimiento es un momento de la vida en el que suelen aflorar enfermedades provocadas por el paso de los años. También es una etapa en la que se descuidan los hábitos saludables, como la higiene bucodental. Bien por incapacidad para realizarla o por olvido, los mayores suelen dejarla de lado o hacerla de manera insuficiente.
Por eso, es importante que los familiares y los cuidadores de las personas mayores guíen, animen y ayuden a las personas de avanzada edad a cuidar su cavidad oral, incluso cuando hay pérdida total de los dientes propios (edentulismo).
Además de la falta de piezas, las personas mayores pueden tener caries, enfermedad periodontal, sequedad en la boca (xerostomía), lesiones orales, (liquen, precáncer oral, cáncer oral) problemas en la masticación y la deglución, efectos de los múltiples fármacos que suelen tomar (psicofármacos, anticonvulsivantes, anticolinérgicos, antihipertensivos…) y muchos llevan prótesis.
A ello se suman los estragos del paso de los años en las estructuras bucales: atrofia de la mucosa oral, atrofia de las glándulas salivares y menor secreción salival; pérdida de adherencia de la encía al diente, cambios en el tamaño, la forma y el color de los dientes; osteoporosis mandibular, cambios degenerativos en la articulación temporomandibular, atrofia muscular con problemas masticatorios, retracción mandibular y de encías, lengua prominente, labios hendidos…
Cómo ayudar a las personas mayores en la higiene dental
El caso es que la higiene bucodental y las visitas al dentista deben mantenerse o intensificarse con el paso de los años. Como en otras actividades de la vida diaria, en las tareas de limpieza bucodental es importante que los mayores continúen participando para mantener su independencia el mayor tiempo posible, siempre que sus capacidades se lo permitan.
En el momento en el que empiezan a tener dificultades para realizarlas, hay que modificar la forma de hacerlas o facilitar su realización con el apoyo necesario. Además, una buena salud bucodental ayuda a mejorar su autoestima, dignidad y capacidad para comer, beber y hablar. Por ello, hay que ayudarles a llevar una correcta higiene oral con pautas como:
- Recordar a la persona cuándo debe lavarse los dientes. Por lo menos, deben hacerlo tras la comida y tras la cena.
- Establecer una rutina de higiene oral a la misma hora todos los días.
- Realizar la actividad del cepillado de dientes en un ambiente sin distracciones para la persona mayor.
- Dejarle preparados los elementos necesarios: cepillo, pasta de dientes y enjuague bucal, eliminando otros utensilios que puedan confundirle.
- Si no son capaces de preparar el cepillo con la pasta, se lo colocaremos en la mano ya preparado para su uso.
- Se le puede ofrecer ayuda para que sea capaz de cepillárselos por imitación, es decir, haciéndolo una persona a su lado.
- En el caso de las dentaduras postizas, iremos indicándole los pasos a seguir para su limpieza: retirada de la prótesis de la boca, cepillado de la misma y enjuagado.
- Hay que llevarles periódicamente al dentista.