FERULIZACIÓN DENTAL, O CÓMO ESTABILIZAR LOS DIENTES

Ferulización dental

Puede que a muchos os suene qué es una férula o llevéis una por la noche tras haber finalizado un tratamiento de ortodoncia. Pero es posible que el término ferulización en sí no os quede tan claro o no sepáis que se emplea en diferentes casos, no solo en ortodoncia. La ferulización es un sistema que se usa para unir piezas dentales con el fin de darles estabilidad y evitar que se muevan y caigan.

Como hemos dicho, no sólo se utiliza para impedir que se muevan las piezas dentales una vez finalizado el tratamiento de ortodoncia. Existen diferentes técnicas y varios motivos que llevan a realizar una ferulización dental. Veamos cada caso:

Ferulización tras la ortodoncia

Es el caso más conocido, pero no el único. Al terminar un tratamiento de ortodoncia con Brackets o Invisalign, se suele realizar una ferulización para impedir que los dientes corregidos vuelvan a su posición inicial de antes de la ortodoncia. La técnica más empleada en este caso es la colocación de un alambre, generalmente entre canino y canino, en la parte interior de los dientes. También conocido como retenedor lingual, este alambre se une normalmente a los seis dientes con composite.

Otra opción es retener los dientes mediante una férula removible. Se trata de una férula transparente, hecha a medida para cada paciente. Su eficacia depende del paciente, puesto que, si se la deja de poner durante un tiempo, corre el riesgo de que los dientes se muevan y que además ya no pueda volver a usarla porque no le encaje tras el movimiento dental. Por ello, es importante su utilización, por lo menos, todas las noches.

Tras un traumatismo dental

También es habitual emplear esta técnica cuando el paciente ha sufrido un traumatismo y se le mueve una o más piezas dentales. En estos casos, se evalúa el estado de los dientes afectados: la parte visible, también la raíz y el hueso mediante radiografías.

Si hay movilidad dental, se realiza la ferulización para evitar que haya pérdida de algún diente. De esta forma, se estabilizan los dientes hasta que se recuperan los ligamentos periodontales. Para esta inmovilización dental se puede emplear un alambre, o bien realizarla con composite o fibra de vidrio.

Dientes en peligro por enfermedad periodontal

Las enfermedades periodontales (gingivitis y/o periodontitis) ponen en peligro los dientes al debilitar las encías y el hueso en el que se sujeta la raíz. Por lo tanto, es posible que los dientes pierdan estabilidad y, con el tiempo, verse comprometidos. Existe peligro de que puedan llegar a caerse por falta de hueso. Así, el especialista puede recomendar una ferulización de las piezas dentales si considera que hay movilidad y que es posible mantenerlas con este tratamiento.

Antes de una cirugía

Puede darse el caso de que haya que ferulizar las piezas dentales para evitar movimientos de las mismas por una cirugía importante de los huesos maxilares. Se suele optar por inmovilizar así los dientes durante un periodo de tiempo y se retira la ferulización tras el tratamiento quirúrgico.

Diferentes tipos de ferulizaciones

Como hemos visto, hay distintos tipos de sistemas de ferulización en función del caso a tratar.

Los sistemas que se emplean dependen del tiempo que deban llevarse:

  • Permanentes: se utilizan de manera indefinida. Son las férulas que se ponen tras la ortodoncia.
  • Semipermanentes: son ferulizaciones que se usan durante un tiempo concreto; por ejemplo, en las cirugías.
  • Provisionales: se ponen por un corto período de tiempo, como tras un traumatismo.

Y del material que se utilice para retener los dientes:

  • Composite: se trata de una resina del mismo color que el diente.
  • Alambre y composite: un alambre que se adhiere a las piezas dentales con composite.
  • Fibra de vidrio: consiste en una especie de malla trenzada con resina de vidrio.
  • Coronas: cuando se unen todas las coronas de la arcada entre sí.
  • Maryland: se pone una corona en el espacio de un diente que falta y se une a los dientes adyacentes.

Cuidado de las ferulizaciones

Como en todo tratamiento odontológico, es fundamental una buena higiene y un buen cuidado del mismo. En las ferulizaciones es extremadamente importante la higiene. En el caso de llevar alambre, pueden quedarse muchos restos de alimentos y placa a su alrededor y en la encía. Se recomienda emplear enhebradores con hilo dental o cepillos interproximales para eliminar la placa y evitar la acumulación de sarro.

En cuanto a los retenedores removibles, es aconsejable su limpieza con un cepillo de dientes diferente al que se emplea para la higiene bucodental, agua y jabón neutro cada vez que se quiten de la boca. Conviene secarlos tras su lavado. De esta manera, se evita que se acumulen restos de sarro y saliva, así como el mal olor. Como complemento a esta higiene, se pueden emplear pastillas de lavado de prótesis o férulas, que ayudan a eliminar partículas que producen mal olor y combaten las bacterias más resistentes.

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