El éxito del cigarrillo electrónico, sobre todo entre los más jóvenes, no supone más que cambiar un vicio, el cigarrillo convencional, por otro. Más allá del debate sobre si el vapeo es mejor que fumar tabaco, de si es un sustituto del tabaco o una vía de entrada a nuevos fumadores, vapear tiene consecuencias negativas en la salud bucodental.
Los principales problemas derivados de vapear son:
Daños en la mucosa oral
Los productos que se emplean en estos dispositivos se adhieren a la mucosa de la boca, además de que el vapor que se desprende de ellos provoca la muerte de las células de esta mucosa. Todo ello eleva el riesgo de infecciones microbianas, la posibilidad de sufrir irritación y la aparición de lesiones como úlceras. Además, esta alteración de la mucosa oral puede elevar el riesgo de sufrir hongos bucales (candidiasis oral).
Sequedad bucal
La nicotina presente en los cigarrillos electrónicos, aunque sea menor que la de los cigarrillos convencionales, disminuye la cantidad de saliva que se produce en la boca y puede promover la irritación de las mucosas y las vías respiratorias, con la consiguiente sequedad bucal (xerostomía).
Mal aliento
Igual que el tabaco, los cigarrillos electrónicos pueden generara halitosis (mal aliento) como consecuencia de la sequedad oral, la cual impide la eliminación de las bacterias bucales.
Alteraciones en las encías
El vapeo puede favorecer la aparición de enfermedades periodontales (periodontitis o gingivitis). Un estudio realizado por expertos de la Facultad de Odontología de la Universidad de Nueva York concluyó que el microbioma oral distintivo en los consumidores de cigarrillos electrónicos se correlaciona con las medidas clínicas de la enfermedad de las encías.
“Vapear parece estar impulsado patrones únicos en las bacterias e incluyendo en el crecimiento de algunas de ellas de una manera similar a fumar cigarrillos, pero con su propio perfil y riesgos para la salud bucal”, según uno de los investigadores de este trabajo, Fanxi Xu.
Por otro lado, este estudio detectó que el consumo de cigarrillos electrónicos se relacionó con diferentes niveles de citoquinas (proteínas que ayudan a regular el sistema inmunológico). En concreto, una citoquina que causa inflamación se elevó considerablemente entre los que vapeaban. Además, otras citoquinas que se reducen con la enfermedad de las encías fueron más bajas en los consumidores de e-cigarrillos.
Caries
Los saborizantes que se emplean en los líquidos de los cigarrillos electrónicos pueden contener azúcares y, por consiguiente, elevar el riesgo de caries.
Manchas en los dientes
Al igual que el café o el tabaco, los aerosoles de los cigarrillos electrónicos contienen partículas que pueden adherirse a los dientes e ir oscureciéndolos o mancharlos.
Así que, si estás pensando en cambiar el tabaco por el vapeo, o iniciarte en el consumo de cigarrillos electrónicos por considerar que es un vicio “seguro” o menos dañino que los cigarrillos, te recomendamos que no lo hagas. Si ya eres vapeador, te aconsejamos acudir al dentista para que evalúe el estado de tu boca, sobre todo si no sueles acudir a la consulta del dentista de manera regular.